Una ceremonia cívica es, por una parte, ritual que, signado por el uso, la costumbre y la tradición, está asociado con elementos de estudio de la antropología y/o la sociología y, en gran medida, como práctica arcaica o pre moderna;por otra, es la condición formativa en el civismo que se impulsa desde la Educación.
En cualquier acepción la ritualización cívica que se dio en el siglo XIX, para rememorar y conmemorar los hechos que fueron cruciales para la conformación de la patria y la consolidación del Estado-nación, ha devenido en un calendario cívico que suma a la pretensión de una educación laica, pero la impregnó de ritual. Quizá podamos coincidir en que tres siglos de práctica religiosa con más de 200 celebraciones obligatorias anuales construyeron una sociedad ritualizada, además de analfabeta.
No obstante, la rememoración de esos acontecimientos a partir de las ceremonias cívicas tiene su función didáctica, pedagógica y, evidentemente, cívica. La cual tiene como fin último la consolidación de una identidad nacional y local –que hoy día se hace obligada ante la apabullante globalización que todo lo homogeneiza– bajo la égida de la construcción de ciudadanía, que conocedora de su pasado se afirma en su presente con la convicción de un mejor futuro.
De esta manera, autoridades civil y educativa se conjuntan en el ámbito municipal para dar paso a ceremonias civiles donde se repasa el ritual de reconocimiento y reiteración de lealtad a los símbolos patrios: toque de bandera, bandera, himnos nacional, estatal y municipal, así como la memoria de hechos históricos que va desde la lectura de las efemérides hasta su dramatización.
Espacio de acercamiento donde si bien el Cabildo es el convocante se vuelve testigo del quehacer de docentes y estudiantes; éstos se vuelcan en anfitriones y despliegan de forma entusiasta y creativa el acto ritual de reconfirmación de lo que hemos sido y lo que aspiramos ser. Así en
…el caso de las ceremonias cívicas escolares, las tradiciones tienen un papel central, ya que generalmente los directivos y los profesores de las escuelas… [siguen] un protocolo perfectamente definido, que incluye acciones, actitudes, objetos simbólicos y significados que forman parte del “saber hacer”del docente, transmitido a través de la repetición sistemática de este tipo de prácticas. Así pues, la realización de las ceremonias cívicas se apega a normas ya establecidas por la tradición o la costumbre, y los maestros “saben” cuál es la manera de realizar este rito, con conocimientos que han acumulado desde su propia experiencia como estudiantes, porque se los han enseñado en su proceso formativo como profesionales de la educación, o simplemente porque ya como maestros en servicio “aprenden” de los profesores más experimentados la forma de hacerlos (Quezada O., 2009).
De esta forma, la realización de las ceremonias cívicas constituye un elemento central de la formación identitaria en la educación de nuestros niños y jóvenes. Con ello, aspiramos a que se confabulen autoridades cívicas y educativas para, nuevamente, dar realce y brillo a los que nos hace tenanguenses, mexiquenses y mexicanos.
Referencia
Quezada O., M. d. (2009). Las ceremonias cívicas escolares como ritos identitarios. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, XXXIX(1-2), 193-233. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/270/27015065009.pdf
La Crónica de Tenango del Valle 